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Sobre mi

Me siento un curioso de los sentires y de la naturaleza del ser humano.
Inicié un viaje de búsqueda espiritual entrando en contacto con diversas culturas de sabiduría ancestral chamánica, Q'eros, Tolteca, Lakota... y poco después, con las canalizaciones del Conocimiento Cristal.

Me apliqué estos conocimientos y los incorporé a mi realidad diaria y descubrí que la curiosidad debía enfocarla hacia mi interior y de esta forma desarrollé sensibilidades, técnicas y rituales, conectándome instintivamente con la Tierra y el Espíritu que habitan en cada uno de nosotros.

Desarrollé los temarios de la Rueda del Despertar, que imparto en cuatro retiros, en la escuela El Águila del Norte, para transmitir y recordar por medio de técnicas cotidianas, ceremonias y rituales, los cuatro pasos del tránsito de la conciencia basada en el sufrimiento a la conciencia basada en la paz y en la alegría.

Es muy sencillo y voy al grano, sin complicadas teorías ni protocolos, dejando de buscar fuera los conocimientos o a los culpables para encontrar dentro la propia inocencia y la propia sabiduría. Simple y sencillo como el caminar.
El chamanismo cristal te permite transformar tu vida, cambiando el foco de tu atención y cómo ves y sientes tu realidad.
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​Cumplía los 49 años y ya lo tenía todo, había conseguido todo aquello que la sociedad me recomendó para alcanzar la plenitud y la felicidad. Pero no. Sentía un vacío en el vientre, algo no estaba bien en mi, algo faltaba, no sentía que se estuvieran cumpliendo las promesas familiares y sociales.

Fumando, delante del fuego, pedí ayuda..., algo..., alguien..., y casualmente recibí en mis manos un folleto que se leía: "Iniciación al Chamanismo Inka". Atrajo mi interés y asistí al taller, donde descubrí que podía optar a un mayor bienestar, a una mayor paz.

Corría el año 2006 cuando asistí a mi "Sur" a recibir las enseñanzas del chamanismo Inka y al termino del retiro mi percepción había cambiado drásticamente. En el 2008, viajé a Cuzco, Perú y allí me encontró Don Humberto Soncco, último Kureq Akuyoq de la Nación Q'eros y me acogió como a su discípulo y me hicieron familia al ser el padrino de bodas de una de sus hijas. De esta forma pasé a ser "el compadre Jordi".

Así hasta hoy, sin parar de caminar hacia mi interior, de estudiar, de preguntar, de curiosear y recordando a otros el camino que yo mismo voy andando hacia la conexión y el conocimiento de mi Ser Esencial. Hoy me realizo enormemente recordando a los hermanos y hermanas que se acercan a mi vida, que tienen todos los recursos, que solo precisan voluntad, curiosidad y dar el primer paso.

Jordi López